Los operadores de telecomunicaciones son proveedores de servicios de comunicación electrónica (SCE). Los operadores ofrecen a los clientes conexiones directas a los servicios de mensajería a través de protocolos de telecomunicaciones como HTTPS. Dicha transmisión no es una "transferencia" de datos personales con arreglo al RGPD, sino una actividad distinta y separada, en virtud de la cual los datos de la transmisión están protegidos por obligaciones de confidencialidad

Los derechos a la intimidad y la confidencialidad están protegidos por varios artículos de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea:
1. el derecho a la confidencialidad está protegido por el artículo 7.
2. El derecho a la intimidad está recogido en el artículo 8.

Por su parte, las ECS deben considerarse responsables del tratamiento de datos, ya que están sujetas a una normativa específica en materia de protección de datos (confidencialidad frente a privacidad). Al proporcionar ECS, los datos son procesados de forma opaca por el proveedor de ECS, es decir, la transmisión
de señales/mensajes/voz y facturación del servicio de transmisión.

Por lo tanto, los proveedores de ECS y ECN (red de comunicación electrónica) no proporcionan procesamiento de datos en nombre del cliente y las disposiciones de los acuerdos de procesamiento de datos no son adecuadas para la prestación de ECS.

El artículo 95 del RGPD establece que el Reglamento no impondrá obligaciones a los proveedores de SCE públicos y a los operadores de redes públicas que superen las obligaciones ya establecidas en la Directiva sobre privacidad y comunicaciones electrónicas.

Los proveedores de SCE tienen prohibido advertir el contenido de cualquier comunicación que difundan, incluidos los datos personales que puedan formar parte de dicha comunicación (véase el artículo 5 de la Directiva 2002/58/CE sobre la privacidad y las comunicaciones electrónicas), a menos que una de las partes que intervienen en la transmisión haya dado su consentimiento formal.

En consecuencia, los datos personales incluidos en las comunicaciones mediadas no son revelados ni "tratados" por ellos. De lo contrario, todo proveedor de servicios de telefonía sería considerado encargado del tratamiento por cada llamada telefónica que crea para la persona que llama.